Tips para sobrevivir a la primera cita (y llegar a la segunda)

La primera cita debería ranquear entre las situaciones que más estrés nos generan. ¿Mudarse? ¿Separarse? Juego de niños frente a lo que debemos enfrentar en esa situación. En especial en estos tiempos de redes y aplicaciones para conocer gente, cuando todo parece ser más complicado que aquel examen de matemática que dimos al entrar al secundario.

El corazón nos late acelerado, y en la cabeza nos surgen montones de preguntas: ¿Está bien lo que dije? ¿Me acerco un poco más? ¿A él le pasará lo mismo que a mí? ¿Se demoró o no a a venir? ¿Le gustaré yo también? ¿Qué notará en mi mirada? ¿Se sentirá igual?

Aunque sea cierto que “mal de muchos, consuelo de tontos”, saber que en esa situación ambas partes están en igualdad de condiciones, tranquiliza un poco. Si bien los nervios difícilmente desaparezcan, hay algunas cosas que podemos hacer para minimizarlos. Rexona Clinical nace con la idea de ayudarnos a sentirnos mejor y protegidas en los momentos más difíciles. Justamente, por eso brinda tres veces más protección que un antitranspirante común y previene el mal olor, algo que definitivamente queremos evitar en un primer encuentro.

Pero, además de apoyarnos en un producto que nos proporciona mayor confianza y seguridad, hay otras cuestiones que es conveniente tener en cuenta para pasar con éxito ese momento. Si bien cada una va a vivir esa singular (pero única y atractiva) experiencia de un modo distinto, algunos consejos pueden resultar útiles:

1. Keep it simple. Como dicen los norteamericanos, hacerla fácil, no complicarse con programas chinos ni esperar controlar todo. Lo mejor es dejar que la cosa fluya, dejarse llevar y darle lugar a la improvisación. Una copa de vino, un café o un trago en un lindo lugar donde se pueda conversar y no haya que gritarse por el volumen de la música, es el entorno ideal para una primera vez.

2. Acotar el chat. En tiempos de encuentros virtuales, hay que ir al grano. Después de uno o dos mensajes, lo mejor es combinar para verse y no acumular ansiedad al pasar tres semanas de chateos diarios. Confíen en su instinto, si parece que da, avanti. Muchas veces por miedo a romper el hechizo o a los fantasmas internos, demoramos una situación porque tenemos miedo al fracaso. ¿Y si nos vemos y es un fiasco? Pues bien, si es así, va a ser igual después de demorar varias semanas sin definir la situación.

3. La previa. Un poco de preparación nunca viene mal, al principio repasar ciertos temas con los que nos sentimos cómodas y son inofensivos, sirve para preparar el terreno y sortear los baches que puedan aparecer en la conversación. Arrancar con un ¿qué pensás del conflicto bélico en Europa? o ¿Debería existir la pena de muerte? son cuestiones un poco fuertes para la primera cita. Cine, libros, hobbies, comida son temas que ayudan a construir la imagen del otro y nos van dando pistas.

4. Hablar pero también escuchar. A veces en el afán de evitar silencios incómodos sufrimos de incontinencia verbal y así, sin mucho filtro, podemos llegar a decir cualquier cosa. Hay que darle espacio también al silencio, buscar la mirada, la pausa, una sonrisa para encontrar ese lugar interno de calma y poder transmitirla.

5. La comodidad ante todo. ¿Cómo? En principio no usando ropa que tengas que arreglarte cada dos minutos; y es fundamental un desodorante que permita contrarrestar la sudoración extrema que tenemos en momentos de nervios y ansiedad como…¡esa primera cita! Rexona Clinical genera un micro escudo que bloquea el sudor y deja una sensación de frescura durante más tiempo. Sentirse bien con lo que tenemos puesto y relajadas por saber que no vamos a tener la ropa mojada con transpiración, eleva la confianza y ayuda a pasarla mejor.

6. Mantener las expectativas en un nivel moderado. Si antes de salir ya estás pensando en el nombre que le vas a poner a tus hijos o al perro cuando vivan juntos, arrancamos mal. La primera cita hay que pasarla, es como sacarse un apósito en una herida: hay que hacerlo rápido y sin pensar demasiado. Pero es importante disfrutarla porque no se repite.

7. Mantenerse fiel a una misma. No es necesario inventar una imagen según lo que consideramos que el otro desea, no hay que aceptar situaciones que no nos gustan, debemos decir lo que pensamos y, si no la estás pasando bien, besito en la mejilla de despedida y cada uno a su casa. Que la vida es corta y no da para andar perdiendo el tiempo. Seguro encontraremos una nueva oportunidad, con alguien más.

Ya lo escribió el poeta y compositor italiano Arrigo Boito en su ópera Falstaff, “cuando te ví me enamoré y tu sonreíste porque lo sabías”. Cuando pasa, el amor nos golpea como un rayo, lo sentimos en las entrañas y nunca más lo vamos a olvidar. Aunque probablemente nos espere algo hermoso, hay que atravesar esos primeros instantes que nos pueden poner nerviosas. Y es en esos momentos en los que podés confiar en Rexona, que no solo te acompaña sino que no te abandona.