Caruso: “Sueño un mundo sin imperios”

Caruso: “Sueño un mundo sin imperios”

Tiene 61 años y a los 15 decidió que quería ser escritor. Con su novela sobre un esclavo del siglo XVIII, ganó el Premio Clarín.

03/02/2020 16:05

Todo comenzó en un lubricentro. Allí hay una oficina donde Marcelo Caruso escribe. Félix de Dios es el esclavo y figura principal de Negro el dolor del mundo. “El personaje está viviendo con nosotros hace como 25 años. Así que tiene casi la misma edad que mi hijo menor”, cuenta el escritor premiado luego de que un jurado eligió su obra Negro el dolor del mundo.

¿COMO Y CUANDO SURGIO EL PUNTAPIE QUE TE INSPIRO PARA ESTA HISTORIA? 

Hace más de 20 años, en la última página de Clarín había una pequeña sección de efemérides, en la que se publicaban curiosidades del pasado coincidentes con la fecha de ese día. Allí encontré la historia del negro Félix. Fue un esclavo comprado por el Cabildo de Buenos Aires para ejercer el oficio de verdugo y pregonero.

¿DE QUE TRATA LA HISTORIA?

Compran a un negro ladino, le preguntan si comprende y está de acuerdo con ejercer el oficio para el que lo necesitan; el esclavo asiente y acepta. Luego de un año, el mismo Cabildo lo condena a muerte, acusándolo de “ladrón famoso” (antigua figura legal que remite a la Edad Media, a Alfonso X el sabio). La novela, a diferencia del hecho histórico, de algún modo sube la apuesta a la barbarie de la esclavitud, que es el peor de los estados que puede padecer un ser humano. Al peor de los oficios, a la ironía de llamarse Félix y de tener el final más terrible, le agrega el hecho de que es un individuo educado, criado por un matrimonio de ancianos españoles.

¿TIENE QUE VER CON HOY? ¿LO EXPLICA?

Los seres humanos nos enfrentamos a algunos problemas sin variación desde la época de las cavernas. Los prejuicios de raza, de color, de tribu. La necesidad de libertad y de justicia siguen siendo los mismos problemas. El drama que vive y sufre el protagonista bien pudo haberse dado, por ejemplo, en la ESMA en tiempos de nuestra última sangrienta dictadura.

¿POR QUE SUS HISTORIAS SE SITÚAN EN EL PASADO?

No todas. La novela Brüll se desarrolla en la Argentina de 1976. Pero en el caso de Negro el dolor del mundo y en mi novela siguiente, remontarme al pasado me permitió trabajar los problemas humanos como en un laboratorio, una especie de ambiente controlado que me facilitaba el desarrollo sin apelar a referencias obvias de época, quizá gastadas por el uso a veces indiscriminado.

D.R.
D.R.

¿COMO FUE PONERSE EN EL PERSONAJE DE UN ESCLAVO? ¿DONDE SE DOCUMENTO?

Creo que basta con empatizar. Todos alguna vez nos sentimos víctimas de algún abuso. Algo que suspende nuestra idea de que somos personas, con derechos sagrados e inalienables. Y también nuestra conciencia nos marca las veces en que ocupamos la otra esquina de esto que señalo, que es la de ejercer presión sobre alguien que está en desventaja con respecto a nosotros. Es decir, ser de algún modo víctima y también verdugo. Tuve la suerte de contar con gente generosa vinculada a la historia que me facilitó la investigación. En el Archivo General de la Nación encontré los acuerdos del Cabildo donde aparece el negro Félix. Lafuente Machaín tiene un bello libro sobre Buenos Aires en el siglo XVIII y varios estantes de mi biblioteca se llenaron con estudios sobre la trata de esclavos en América, la religión, la historia de los reinos europeos durante el período, entre muchos otros temas.

HOY, DE ALGUNA MANERA, ¿SE VIVE UN POCO LA ESCLAVITUD?

Cuando veo a los Ceo que se la pasan viajando, sin ver a sus hijos, sin tiempo para vacaciones. Personas que viven sin trabajo y se matan trabajando de lo que sea para dar de comer a sus hijos. Esclavos en ambas puntas… Me parece que el sufrimiento de un Ceo se borra con un telegrama de renuncia. En cambio, la miseria, la desocupación, la angustia y el hambre son cadenas imposibles de romper. Dependen de poderes que exceden al individuo.

¿QUE SIGNIFICA HABER GANADO EL PREMIO CLARIN?

Es un reconocimiento extraordinario que abre multitud de puertas, sobre todo teniendo en cuenta la crisis abismal de la industria editorial en nuestro país.

¿COMO SE INSPIRA?

No tengo método. Anoto ideas, recorto artículos, amaso historias posibles cuando aparece el insomnio.

¿SIEMPRE SUPO QUE QUERÍA SER ESCRITOR?

A los 15 lo decidí, sin importar los resultados. Pero siempre quise intentar otra cosa, aunque sin éxito.

¿EN QUE MOMENTO SE LANZA A DESARROLLAR LA HISTORIA? ¿CUANDO SIENTE QUE YA LA TIENE?

Simplemente, cuando aparece. No soy metódico.

¿HAY TEMAS QUE SON SUS LATIGUILLOS?

Las pérdidas, la violencia, la injusticia, la locura…

¿UN MAESTRO?

Uno de mis nortes fue y es el gran Abelardo Castillo.

¿CUAL ES SU SUEÑO?

Hoy y siempre, un mundo sin imperios. Sin amos ni esclavos.