Mirá la colección Resort 2025 de Carolina Herrera

El desfile Resort 2025 es la culminación de un viaje de décadas de exploración, descubrimiento y conexión entre la Casa Herrera y México. Desde la profunda relación de la fundadora Carolina Herrera con México hasta la continua exploración de Wes Gordon de sus diversas regiones, artesanías y tradiciones, México es una fuente constante de inspiración y admiración para la marca.

De forma paralela a la colección de prêt-à-porter, inspirada en los luminosos atardeceres de Ciudad de México, Wes Gordon ha colaborado con cuatro artesanas mexicanas y sus equipos para crear piezas de exposición únicas que celebran lo mejor de la artesanía mexicana y rinden homenaje a las culturas de las que nacieron estas significativas obras

La bordadora María de los Ángeles Licona San Juan, Maestra Nähñu y originaria de El Nanthe en Tenango de Doria, Hidalgo, ha creado bordados de colores vivos y altos contrastes para ocho prendas de algodón de la colección Carolina Herrera, entre las que se incluyen camisas, vestidos y pantalones. «La manta es mi cuaderno y la aguja mi lapicero», explica. Sus bordados son un reflejo de sus estados de ánimo: «Cuando estoy contenta, uso colores llamativos. Cuando estoy triste, colores más oscuros», dice. «En este proyecto hemos podido expresarnos», añade su hija, Bibiana Hernández. «Es una forma de hacernos ver y escuchar».

En las faldas del mítico volcán La Malinche se encuentra San Isidro Buen Suceso, en el municipio de San Pablo del Monte, Tlaxcala. Ahí, Virginia Verónica Arce Arce crea impresionantes bordados inspirados en la belleza natural de su entorno. Su padre le enseñó a bordar a los 15 años y desde entonces se ha dedicado a preservar esta extraordinaria artesanía, parte vital de la identidad de su comunidad. Para la colección Resort 2025, sus exquisitos bordados de encaje son los protagonistas de tres vestidos de ensueño.

En San Pablo del Monte, también en Tlaxcala, la talavera, delicada cerámica esmaltada en blanco y azul, se considera casi una religión. Jacqueline España, fascinada por este material desde que era niña, decidió explorar el potencial de la talavera después de terminar sus estudios de ingeniería química. « Aquí, la Talavera es una especie de reliquia que tienes guardada, que se utiliza como adorno en las ocasiones especiales, y yo quería llevarla conmigo día a día», dice España, que está muy involucrada en el apoyo a su comunidad. Sus adornos y joyas de cerámica de talavera pintados a mano adornan ahora piezas de prêt-à- porter y pendientes de la colección. «Como artesana de talavera, tengo el compromiso de cuidar el patrimonio que me fue legado y velar por su salvaguarda, cuidando su esencia e impulsando la innovación», añade.

Araceli Nibra Matadamas, con sede en Oaxaca de Juárez, epicentro de la artesanía mexicana, colabora con artesanos de confianza para reinterpretar piezas tradicionales desde un ángulo contemporáneo. Trabaja con latoneros, bordadores y pintores, y decora jícaras (recipientes tradicionales en forma de cuenco hechos con la cáscara del fruto de la güira) con pintura, bordados, macramé y otros materiales. «Me inspiro en la naturaleza, y los colores proceden de las estaciones del año, de los colores de las plantas o las flores, o incluso del tono del cielo al atardecer», explica. Nibra y su equipo han creado para la colección una serie de piezas de joyería pintadas a mano que reimaginan sus célebres jícaras con diversos materiales naturales.

Estas piezas, creadas exclusivamente para la ocasión, y que pueden producirse por encargo especial, se presentan junto a la colección prêt-à-porter de Carolina Herrera, la primera que lanza la marca en la modalidad de compra inmediata. La colección también incluye el debut de una cápsula de tejido vaquero en colaboración con FRAME Denim. Los vestidos de noche de la colección adquieren proporciones teatrales y algunas piezas aluden a una silueta emblemática de Herrera, el traje de flamenca española.

«Ciudad de México es el epicentro de lo mejor del arte, la arquitectura, la cocina y la cultura y el país es hogar de una belleza y artesanía incomparables a través de sus talentosas artesanas», dice Wes. «Para mí es un honor tener la oportunidad de colaborar con ellas y mostrar esta colección en el extraordinario Museo Anahuacalli».

Completado en 1964, el Museo Anahuacalli (de la palabra náhuatl «casa rodeada de agua») es un templo de las artes diseñado por el artista mexicano Diego Rivera y puesto en pie gracias a su hija Ruth Rivera Marín y el arquitecto Juan O’Gorman. El recinto exhibe su amplia colección de arte precolombino y prehispánico y cuenta con un espacio ecológico de 60.000 m2 inspirado en las estructuras mesoamericanas y la flora autóctona.

Las modelos recorrerán el patio delantero del museo construido sobre piedra volcánica tallada, envuelto para la ocasión en los característicos colores rojo y rosa de Herrera en vibrante armonía con un espacio que rinde homenaje a las divinidades nahuas Chicomecóatl (tierra), Ehécatl Quetzalcóatl (viento), Tláloc (agua) y Huehuetéotl (fuego).